El estadio Santiago Bernabéu disfrutó de un clásico excitante y extraño. El Atlético de Madrid se adelantó, pero luego renunció a casi todo y el Real Madrid acabó remontando con buen juego mientras le aguantó el físico y gracias al talento individual después. Ayudaron los clamorosos errores defensivos de su rival.
El comienzo de encuentro fue trepidante y el Atlético de Madrid apenas tardaría siete minutos en aplicar el primer zarpazo. Agüero arrancó, cedió a Forlán y el uruguayo marcó sin oposición. El Real Madrid tuvo motivos para protestar la posición de Agüero, pero se llevó el gol.
Sería el único disparo del Atlético de Madrid en toda la primera parte. Porque el gol visitante dio paso a un amplio monólogo del Real Madrid y a una noche imperial de David de Gea, el excelente arquero rojiblanco, que sostuvo en pie a su equipo.
El Real Madrid fue un huracán ante un rival que tembló a cada embestida blanca. Una a una fueron llegando las ocasiones y el gol apareció en un saque de esquina. A los 14 minutos, Sergio Ramos se elevó por encima de todos y cabeceó a la red.
Por cada paso adelante que daba el Real Madrid, su rival daba dos hacia atrás. El Atlético de Madrid se acontumbró a vivir de mala manera, sin poner el balón en el piso, sin buscar a su temible pareja atacante. Sólo respiraba por el aire que daba De Gea.
Pero al Real Madrid le redujo lo que tantas veces le sublimó: la eficacia. Sus hinchas siguen echando mucho de menos al argentino Gonzalo Higuaín porque Karim Benzema no contribuye precisamente al olvido. El Atlético de Madrid recibió el descanso como si fuera la bendición papal.
La segunda mitad tuvo una variante: el Real Madrid acusó el cansancio con el paso de los minutos. Lo otro no varió, pues el Atlético de Madrid siguió muy replegado, con dos líneas defensivas muy cerca de su área.
Pero el conjunto rojiblanco siempre puede rascar algo cuando tiene a Forlán y Agüero. A los 55 minutos, el argentino bajó un balón con la mano, el árbitro no lo vio y Casillas desvió el disparo. Forlán encontró el balón en segunda oportunidad y lo envió al palo.
El Atlético de Madrid lamentaría la oportunidad perdida. El Real Madrid tuvo que recurrir al talento individual para terminar de voltear el marcador y lo consiguió a los 60 minutos. Özil se inventó un pase sensacional y Cristiano Ronaldo empujó a la red. El portugués sigue intratable.
Para entonces, el Real Madrid estaba jugando con Cristiano Ronaldo como único delantero puro porque Benzema ya estaba en el vestuario. El francés sigue quemando oportunidades.
El Real Madrid siguió buscando el gol, pero con menos fe y, sobre todo, con más plomo en las piernas. Su rival había renunciado a todo tras quitar del campo a Forlán y lo lamentó.
Porque el conjunto blanco celebró un gol valiosísimo en el último minuto. Özil se fue hacia el área, la defensa del Atlético de Madrid le regaló una pared involuntaria y el alemán sentenció con clase.
El Real Madrid encontró en la segunda parte lo que le faltó en la priemra, que fueron los goles. Celebró un buen resultado, pero la eliminatoria no está sentenciada. Para cambiar el rumbo, el Atlético de Madrid deberá ser más que generoso. Desde el 30 de octubre de 1999 no gana al Real Madrid. Parece que hay algo cercano a la psicosis.
En el otro partido jugado hoy, el Almería sacó una valiosa renta 1-0 ante el Deportivo de La Coruña tras un encuentro plano y con pocas ocasiones.
El partido, jugado en Almería, vivió su único gol a los 34 minutos, cuando Juanma Ortiz se aprovechó de un error defensivo, centró y el balón tropezó en defensor Rindaroy, quien marcó en su propio arco.
El Deportivo intentó reaccionar en la segunda parte y situó a Juan Carlos Valerón. La ocasión más clara de los visitantes llegó con un disparo de Lassad que se estrelló en el palo.
El Almería se dedicó a defender la renta y el Deportivo nunca encontró un buen plan de ataque. La eliminatoria se definirá la próxima semana en Riazor.
Fuente: DPA
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