El repaso de los 200 años de historia. En esta ocasión seleccionamos las más resonantes mentiras. Hay variadas y para todos los gustos. Con el paso del tiempo, algunas hasta generan risa y otras tristeza. Está abierto el debate.
1. MENEM Y LOS VUELOS ESPACIALES
Sucedió en 1996, en una humilde escuelita de Tartagal. No solo se inauguraba el primer día de clases sino que por primera vez en sus vidas, eran visitados por el mismísimo Presidente de la Nación.
En medio del discurso protocolar, Menem lanzó una frase que quedará para siempre en los libros de la historia Argentina. “Pronto habrá vuelos espaciales en el país”. Y por si alguno pensaba que se trataba de una broma, el riojano lanzó sus argumentos (o los que le sugirieron) con una seriedad absoluta.
“Desde una plataforma que quizás sea instalada en la provincia de Córdoba esas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a las estratósfera y de ahí van a elegir el lugar hacia donde quieren ir”, comentó.
Y cuando todos pensaban en que se podría viajar a la luna sorprendió: “De esta forma, en una hora y media, podremos estar desde Argentina, en Japón, en Corea o en cualquier parte del mundo”.
En los 90 todo era posible.
2. MALVINAS: “ESTAMOS GANANDO”
Podría considerarse la mentira más dolorosa. Por el engaño que producía a la población, cuando todos los días se perdían vidas. Y además, por ser un medio masivo, que tenía el deber de informar. Era el nexo de los combatientes y el resto del país. Pero ellos desinformaban.
En la historia quedará por siempre la famosa tapa de la revista Gente de mayo de 1982. Donde se veía a los argentinos cuerpo tierra apuntando con sus armas y debajo, un titular gigante de color amarillo con la frase: “Estamos ganando”.
El pueblo quedó atónito cuando, de un día para el otro, se decidió la rendición, ya que se suponía que éramos los triunfadores.
La Junta Militar de ese entonces, liderada por Galtieri (“Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla" -con unos whiskys de más-) pergeñó toda una campaña mentirosa en la que aseguraba que el país ganaba en todos los frentes. Cuando ocurría todo lo contrario.
Durante la Guerra hubo más tapas de Gente con fotos exclusivas desde las Islas y los mismos títulos de letra grande. “Vimos rendirse a los ingleses” y peor aún “Seguimos ganando”.
Sin dudas, una de las mentiras más nefastas en estos 200 años.
3. VIDELA SOBRE LOS DESAPARECIDOS
El dictador Jorge Rafael Videla, quien había tomado el poder por la fuerza en 1976, un año después, en el 77, fue indagado por un grupo de periodistas en Venezuela. Allí le preguntaron sobre las desapariciones de personas que, para ese entonces, supuestamente estaban ocurriendo en Argentina.
Con mucha liviandad, el dictador fue claro a sus ideales.
“Los desaparecidos son eso, desaparecidos; no están ni vivos ni muertos; están desaparecidos”, advirtió en su momento frente al interrogatorio periodístico;
Mientras tanto, en los centros clandestinos de detención se repetían otras mentiras hacia los detenidos, quienes recibían, a raíz de estas frases, una tortura que también era psicológica. “Vos aquí no sos nadie”, “no tenés nombre”, “no estás ni vivo ni muerto”, “no existís”.
Esas mismas palabras reproducían los torturadores en los campos de concentración.
4. MARIA JULIA Y EL RIACHUELO
Otro de los hits del menemismo fue la promesa de la flamante ministra de medio ambiente en ese entonces, María Julia Alsogaray, quien aseguró que en “mil días” iba a limpiar el Riachuelo.
Y la apuesta fue mayor, al igual que la del riojano con los viajes espaciales.
Para darle aún más fuerza a su anuncio, también prometió que se tiraría a “nadar” una vez saneado el río.
Pero cerró con una tercera mentira: “el Riachuelo quedará tan limpio que podremos tomar agua de él”.
La encargada de las privatizaciones de SOMISA Y ENTEL, a quien le remataron hace poco su flamante Petit Hotel en plena Recoleta, supo nadar durante sus gloriosas épocas de los 90, pero sobre billetes.
5. DE LA RUA Y EL DEFAULT
Una polémica tapa de color blanco de la Revista Noticias, publicada el 19 de mayo de 2001, le anunciaba a la población que íbamos a un default político y era el fin de una era.
Fue un acierto periodístico de la revista, que anticipaba la caída de De La Rúa, que se produciría siete meses después.
Mientras tanto, ante los fantasmas que rodeaban la Rosada, durante todo el 2001, el propio De La Rúa se encargó de repetir varias veces sonriendo: “No habrá default ni devaluación”.
La crisis que estalló al poco tiempo se encargó de desmentirlo.
6. CAVALLO Y SU OTRA VERSION SOBRE EL DEFAULT
Esta podría incluirse a la mentira de De La Rúa, pero teniendo en cuenta que se antepuso a la peor crisis que vivió la Argentina en su historia, la de Domingo Cavallo merece su propio lugar.
Ese mismo año (2001) antes de la misma crisis, el ex ministro de Economía prometió ante una misión del Fondo Monetario Internacional: “tendremos déficit cero”.
Luego, el déficit fiscal alcanzó un récord histórico: U$S 12.500 millones.
7. DUHALDE: “EL QUE DEPOSITO DOLARES, RECIBIRA DOLARES”
Cuando asumió la presidencia en el 2002, en pleno corralito, Eduardo Duhalde se sentó frente a todo el Congreso y también se anotó en la gran historia argentina de las mentiras.
“Van a ser respetadas las monedas en que hicieron sus depósitos”, dijo. Y agregó lo peor: “Es decir…El que depositó dólares, recibirá dólares; el que depositó pesos, recibirá pesos”.
Creo que nadie pretenderá saber mayores detalles. Mejor olvidar rápido.
8. SIGAUT Y LOS DOLARES
Lorenzo Sigaut era el ministro de economía del gobierno de Eduardo Viola, sucesor de Videla.
Su exabrupto, allá por 1981 y cuando todavía comandaba la economía del gobierno de Viola fue tremendo.
Muy suelto de cuerpo, el ex funcionario largó: “el que apuesta al dólar pierde”, tiró. En ese año, el dólar, que costaba $ 2 terminó costando $ 10.
Así fue como quienes tenían billetes estadounidenses se hicieron fortunas. Un hecho sin precedentes en la relación económica argentino-estadounidense. Por supuesto, en nuestro país muy pocos lo pudieron aprovechar.
9. MACRI Y EL SUBTE
Durante su campaña para Jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri puso mucho énfasis en el reordenamiento del tránsito en la ciudad.
Y para eso es necesaria una extensión y una mejora del transporte público, en especial el subte, que traslada a más de un millón de personas diarias, ahorra tiempo, es casi nula su contaminación y baratos los costos.
Por eso, uno de sus pilares en la campaña, fue prometer la extensión de las líneas subterráneas actuales y la creación de algunas nuevas.
“Si ganamos, nuestra gestión construirá 10 kilómetros de subte por año”, había afirmado Macri.
En septiembre de 2008, Mauricio asumió no poder extender el subte pero acusó a la Nación.
"Un proyecto de 2.500 millones de dólares, como el que tenemos para el subte, hoy en la Argentina es un viaje a la luna”, dijo el Jefe de Gobierno en ese entonces. Y bueno, Menem prometió naves espaciales.
En diciemebre de 2009, la Legislatura porteña aprobó un proyecto de Ley que autoriza al gobierno porteño a contraer una deuda por 380 millones de dólares, para ampliar las líneas A, B y H.
Pero los 10km de subte por año, no se cumplieron.
10. TREN BALA
El 8 de mayo de 2006, el entonces presidente Néstor Kirchner llamó a licitación para construir el tren de alta velocidad que uniría Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
El anuncio se hizo con bombos y platillos, con maqueta incluída, y generó una gran polémica en torno a los trenes que circulan por Capital y Gran Buenos Aires, ya que la mayoría se encuentran en mal estado.
En aquel momento se mencionó que el proyecto demandaría una inversión de entre 700 y 1.000 millones de dólares y la intención era poner la obra en funcionamiento en 2007. Nada de eso pasó.
Ya como presidenta, Cristina Kirchner retomó la idea del proyecto en abril de 2008. El entonces ministro de economía, Carlos Fernández, firmaría un endeudamiento por 4 mil millones. Cifra muy diferente a la pactada por el gobierno de Néstor.
A partir de la firma de ese acuerdo con empresas extranjeras, se preveía que el sueño de Menem en los 90 y Rodriguez Saa en 2003 podía hacerse realidad. Hoy ya ni siquiera no se habla del tema.
Seguramente quedarán muchos afuera: Como el traslado de la capital nacional a Viedma, propuesto por Alfonsín, o la aeroisla propuesta Alvaro Alsogaray para trasladar Aeroparque, por citar algunos.
Los últimos gobiernos tuvieron mayor repercusión respecto a sus mentiras. Y eso se debe, no solo al caso de algún mandato corrupto, sino al avance de los medios de comunicación, quienes cada vez están más cerca de los políticos, los personajes y se conocen todos sus movimientos y declaraciones.
No hay dudas que en estos 200 años de historia hubo mentiras desde el propio 25 de mayo de 1810, pero es difícil comprobarlas.
Igualmente, el repaso apunta a casos curiosos, graciosos y también lamentables, que marcan algunas de las características de quienes nos gobernaron.
Igualmente, sigue abierto el debate. Sin mentir por favor…
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