Jennifer Aniston, por ejemplo, decidió dejar de fumar y abandonar el consumo de café. Para lograrlo, se abocó al ejercicio de yoga con una profesora personal que le cobró más de mil dólares por sesión.
Charlize Theron, por su parte, optó por la hipnosis, técnica que también le surtió efecto al actor Matt Damon quien, luego de veinte años de hábito, decidió dejar de fumar en 2004.
Ben Affleck, por su parte, dejó de fumar luego de que su mujer, Jennifer Garner, le anunciara su primer embarazo en 2005. Allí, el 10 de diciembre de 2005, el actor fumó su último cigarrillo.
Un poco más radical. Courtney Cox se instaló junto a su por entonces marido, David Arquette, en una clínica en Massachusetts para someterse al método de Yefim Shubetsov. La técnica busca modificar las energías del cuerpo humano y por sus filas pasaron, sin éxito, Brad Pitt y Drew Barrymore.
La actriz y modelo británica Elizabeth Hurley, tuvo que confesar que dejó de fumar gracias a una fotografía en donde se la podía ver de compras y con un chupete en la boca. Whoopi Goldberg, por su parte, se regaló para navidad dejar el hábito luego de ver una impactante publicidad que denunciaba los efectos del consumo en el organismo.
Gisele Bundchen, la top model brasileña, logró abandonar el hábito al quedar embarazada y Barack Obama tuvo que hacerlo para que su mujer, Michelle, lo dejara postularse como candidato demócrata.
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