Estos científicos insensibles al romanticismo, se burlan del amor porque descubrieron su secreto. Averiguaron que la serotonina, una monoamina neurotransmisora sintetizada en las neuronas serotoninérgicas en el Sistema Nervioso Central (SNC), según señala un cable de Ansa, es la causante de la sensación de amor.
Y para este mal gigantesco por momentos, la solución es pequeña: una píldora.
Hay varios expertos que advierten que existen muchos más fármacos de los que en realidad se necesitan. Sostienen que se habla de enfermedades que en realidad no existen, entonces, ¿qué dirán del "mal de amores"?.
Este problema, casi patológico que los brasileños llaman "dolor de codo", debido a que su parte de la terapia consiste en estar apoyado a la barra de un bar bebiendo para superar un abandono amoroso, tiene ahora una píldora para desaparecer, que en breve se podría conseguir en Italia.
"Cuando uno está feliz”, explica Denisa Legac, profesora de la Universidad de Graz, en Austria, “el amor es la cosa más bella del mundo. Pero cuando se sufre se convierte en una auténtica patología, una obsesión de la que es difícil desprenderse".
La investigadora aporta datos científicos intentando vincular al triste estado de ánimo con motivos válidos para justificar su eliminación. Asegura que pone en riesgo la propia seguridad y la de los otros, y que por lo tanto lo convierte en una amenaza social.
El estudio preliminar se realizó en 15 muchachos de 23 años con altos niveles de "estrés romántico". El uso de la serotonina en píldoras como integrador "parece sugerir un efecto clínico favorable en sujetos que sufren por amor", reveló el cable de Ansa.
A riesgo de que nos tilden de antiguos o de facilistas, preferimos la solución al estilo brasileño, pero acompañada por Joaquín Sabina:
"Por el boulevard de los sueños rotos
desconsolados van los devotos
de San Antonio pidiendo besos… "
TELAM
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