Al apoyar a Cappa, Carrizo expresó que para que un equipo funcione "se necesita tiempo, dos o tres años de trabajo" y, en tono de queja, señaló que en el fútbol argentino se "trata de sobrevivir" y a medida que pasa el tiempo se está "acrecentando esta bola de algo ilógico".
"Estamos dolidos porque el cuerpo técnico (por Cappa y sus ayudantes) es muy buena gente y uno se siente mal y se siente responsable porque los que entramos a la cancha somos nosotros", señaló Ferrari.
Tras afirmar que el plantel siente "tristeza" por el despido de Cappa, Carrizo resaltó que el Superclásico ante Boca es "muy importante", pero remarcó que "River tiene que pensar más allá de ese partido".
"No podemos pensar que ganando ese partido (por Boca) estamos salvados. Tenemos que asumir el momento en el que estamos y no dejarnos llevar por un triunfo si ganamos. Ganando este partido a mi no me va a calmar nada. Los problemas van a seguir estando", argumentó Carrizo en una conferencia de prensa que compartió con el lateral derecho.
Por su parte, Ferrari calificó al choque ante Boca de "importantísimo", a la vez que dijo ser consciente de lo que "significa para el club, para la institución y para la gente", a la que dijo querer "regalarle una alegría el martes que viene".
Si bien los dos jugadores evitaron responder si el sucesor de Cappatiene que asumir de inmediato o después del Superclásico, Ferrari dejó en claro la necesidad de que "el técnico que venga cambie la mentalidad" que tuvieron "en los últimos partidos".
A su vez, Ferrari negó que el plantel tenga un déficit en el aspecto físico e insistió en la necesidad de "cambiar la mentalidad" como llave para salir del flojo presente, en el que el equipo arrastra siete partidos sin victorias y sigue en zona de Promoción.
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