El Grana parece no soportar la tempranera eliminación de la Copa. Por eso, mata o muere en pos de la clasificación para la próxima Sudamericana. Ahora lo padeció Arsenal, a quien le ganó 4-1 con un show inicial de pelota parada. Quedó a un punto de Vélez, el último que está ingresando al torneo continental.
Hubo una herida muy difícil de cerrar en la tropa Granate. La falta de juego era una deuda pendiente pero la acelerada salida de la Copa Libertadores, de la competencia internacional, de repente le dio un golpe de timón a los objetivos de Lanús para el cierre del primer semestre. A falta de tres fechas para cerrar el Clausura, el equipo de Luis Zubeldía, el técnico del fútbol argentino que más puntos consiguió desde que asumió oficialmente como entrenador a mediados de 2008, ya recolectó 53 puntos en esta temporada aunque ya no quiere llenarse los bolsillos de unidades si, a la larga, no le servirán para canjearlos por un título. Claro que, después del cachetazo continental, el regreso al Tiki Tiki que lo llevó al título hace dos años y monedas quedó a un segundo plano. Como fuere, tenía que ganar una y mil veces para que los torneos Conmebol no lo dejasen afuera tras cinco años de presencias consecutivas. El lunes, en Santa Fe, se llevó un puntazo en la hora a pura actitud. Y lentamente...
Hoy se mira la general, el sexto cupo que la Sudamericana otorga y que hoy bien cuida Vélez al acecho de Colón. Entonces, se mata o se muere por esos puntos que equivalen a otro puñado de ilusiones. Y si Arsenal pasa de ser rival a partenaire, el proyecto granate irá por buen camino. Aunque ese camino se construyera por los aires...Lanús definió el partido como nunca lo hace. Del mismo modo que pierde unidades por ahí. A pura pelota parada. Dos córners desde la izquierda, a los 11' y a los 46', dos cabezazos goleadores. Primero de Hoyos, después de Salcedo, que regó la sequía. Antes y después, palo y palo, y lucimiento de arqueros. Campestrini debió revolcarse ante arremetidas del paraguayo, con una doble tapada a Díaz y a Blanco, con un testazo a quemarropas del joven punta tucumano, y los centros punzantes de Maxi Velázquez desbordando por izquierda. Del otro lado también había respuesta. Pero escasa efectividad. Poggi se hizo un festín con Arce pero dentro del área... Hasta el defensa Peppino tuvo la suya, estrellando un cabezazo en el palo debajo del arco... Lanús ganó fácil el primer tiempo pero sostenerlo se le hizo difícil.
El complemento arrancó como el inicio. Con los de Zubeldía yendo al frente. Así, a los 2', Salcedo casi mete su doblete desde 30 metros; un minuto después, Díaz, con sus 17 años, la cruzó cerca del palo; y 60 segundos más tarde, Leandro no dudó y fusiló a Campestrini para conseguir su segundo gol en Primera. El 3-0 parecía cerrar todo aunque los del Viaducto no se dieron por vencidos. A los 16', un centro de Cristian Alvarez, un ex Lanús, acabó en la frente de un solitario Leguizamón (medio metro en offside), que consiguió el descuento. El resto del partido sobró. Salvo para disfrutar el golazo del petiso Carrasco, quien mató un centro con derecha, hizo pasar de largo al marcador y definió de zurda a la salida de Campestrini. Más tarde, el jogo bonito del pibe hizo expulsar a Yacuzzi, quien le hizo un foul lleno de calentura e impotencia. Si entraba la picadita de Fritzler que clavó en el travesaño...
El Granate lleva diez partidos sin perder (entre Copa y campeonato), con seis triunfos y cuatro empates. Así y poco, la buena racha suena a poco. Si no hay Sudamericana. No habrá nada. Y este 4-1 de poco habrá servido. De Arsenal, mejor ni hablar...
Olé.
