Hace 23 años nacía en Rosario un chiquito, petiso, flaco, que terminaría siendo el mejor jugador de fútbol del momento y va camino a pelearle el trono a Maradona del mejor de toda la historia.
En muy poco tiempo Messi construyó un imperio, que parece que nada podrá hacer derrumbar. Sólo le falta consagrarse con el seleccionado argentino para que la idolatría que tienen por él en todo el Mundo sea similar a la de su propio país, que recién ahora lo está empezando a conocer.
Es que Messi nunca jugó en Argentina, no tiene el caracter ni el temperamento de un Maradona, por ejemplo, y durante mucho tiempo a la primera complicación vistiendo la camiseta celeste y blanca bajaba los brazos o esa era la sensación que daba. Pero en Sudáfrica apareció el Messi que quería ver la gente, pero principalmente Maradona.
En sólo 23 años de vida, "Lío" se consagró campeón de todo con el Barcelona. Con la camiseta Argentina ganó un Mundial Sub 20 y obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Este jueves Messi celebrará su cumpleaños cerca de sus afectos, pero en Pretoria, porque tuvo la suerte que justo coincide su aniversario con el día libre del plantel.
En una casa en la capital de Sudáfrica lo esperarán sus padres, sus hermanos y sus amigos. Por la noche, en la concentración de Pretoria, llegará la celebración con sus compañeros, aunque antes, esta misma mañana, alguna golpiza grupal sufrirá.
Pronto-
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