Fue una fiesta para todos. Sí, en una provincia que el fútbol grande habitualmente esquiva, donde es casi imposible ver la camiseta de la Selección, esta noche Maradona y sus muchachos le dieron una alegría a todos los neuquinos. Es cierto que el rival no llega ni a la altura de un equipo profesional, es cierto también que las estrellas del exterior no estuvieron presentes, de que las entradas fueron muy caras (las popu costaban $200) y que muchos de los que anoche golearon a Haití ni siquiera estarán en la lista de Sudáfrica. Pero el pueblo de Neuquén no defraudó, dijo presente y le regaló una despedida emocionante al entrenador. "Dieeeegoooo, Dieeeegooooo", fue el grito de las casi 15 mil personas que al menos se fueron con una goleada contundente. Seguido con un "Que de la mano, de Maradona, todos la vuelta vamos a dar..."
A la hora de analizar lo futbolístico es imposible hablar de equivalencias. Argentina fue mucho más de principio a fin y sólo tuvo que embocar una para que los goles cayeran sin piedad. Para destacar el gol de Martín Palermo, quien sufrió un corte en la pera por una esquirla de una bomba de estruendo, pero igual aprovechó al máximo su chance y casi aseguró un lugar en el Mundial. El nivel mostrado por algunos que seguramente estarán presentes en las próximas convocatorias, cuando Sudáfrica ya sea historia. Bertoglio, Insaurralde, Mercier, el Pato Toranzo y Blanco, son sólo algunos ejemplos de un recambio que asoma. Maradona se dio el gusto. Armó la Selección local y la terminó paseando por todo el país. Esta noche tuvo su despedida en Neuquén y la ovación final lo dijo todo. El pueblo chocho y agradecido y Maradona contento porque al menos revirtió una imagen que comenzaba a ser muy cuestionada con la gente y llega al Mundial con el crédito por las nubes. Ahora queda la gran despedida con todos el 24 en el Monumental, pero ésa será otra historia.Olé