El 24 de mayo, el Cabildo había designado una Junta de Gobierno en la que estaba incluido el Virrey Cisneros. Pero la gente de armas no lo aceptó.
El 25, desde muy temprano, el Cabildo se reunió para sesionar, pero no pudo hacerlo con tranquilidad porque advirtió grupos de personas en la Plaza, y hasta algunos habían penetrado en las salas del Cabildo "arrastrando sus sables en actitud de desafío".
El Cabildo cedió terreno, sobre todo cuando recibió una petición firmada por 400 personas -en su mayoría militares y sacerdotes, entre los cuales los 22 frailes de La Merced- en la cual se designaba a los hombres que debían componer la Junta de Gobierno.
Ante la presión de estos grupos, el Cabildo aceptó la renuncia e inmediatamente tomó posesión la nueva Junta Provisional Gubernativa integrada así: Presidente: Cornelio de Saavedra; Vocales: Juan José Castelli Manuel Belgrano Miguel de Azcuénaga Presbítero Manuel Alberti Domingo Matheu Juan de Larrea; Secretarios: Juan José Paso Mariano Moreno.
Seguidamente el presidente, de rodillas y con la mano derecha sobre los Santos Evangelios, prestó juramento de desempeñar lealmente el cargo.
Luego Saavedra exhortó a los concurrentes y al pueblo a manten
er el orden, la unión y la fraternidad, exhortación que repitió en el balcón principal de las Casas Capitulares, dirigiéndose a la muchedumbre que ocupaba la Plaza.
Después de esto, entre las aclamaciones de quienes estaban en la plaza, con repiques de campanas y salvas de artillería, los miembros de la Junta pasaron al Fuerte de Buenos Aires donde se instalaron.
Así, sin derramamiento de sangre, nació a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación.