Pese a jugar en un buen nivel, el seleccionado argentino de básquetbol perdió hoy su primer partido en el Mundial de Turquía al caer ante Serbia por 84-82, y ahora enfrentará a Brasil, en Estambul, por los octavos de final.
Con esta derrota, el equipo argentino terminó segundo en el grupo A, con sede en la ciudad de Kayseri, y se cruzará ante los brasileños, conducidos por el argentino Rubén Magnano, que terminaron terceros de la zona B al vencer a Croacia 92-74.
El clásico sudamericano se jugará en el estadio Abdi Ipekci de Estambul, hacia donde el plantel albiceleste viajará mañana.
En lo que parece una constante, el ala-pivote Luis Scola volvió a entregar una actuación brillante frente a Serbia, con 32 puntos (12-19 dobles y 8-11 libres), 7 rebotes y 9 faltas provocadas. El argentino es el líder anotador del torneo con 29 puntos de promedio.
En el equipo argentino volvió a estar ausente el pivote Fabricio Oberto, quien se recupera de una gastroenteritis. Se espera que el pivote pueda reaparecer el martes próximo en el partido de octavos de final, debido a que tendrá varios días más para recuperarse.
Después de cuatro partidos en los que el equipo funcionó sólo de a ratos, Argentina produjo, aun en la derrota, su mejor actuación en el Mundial, sobre todo porque enfrentó a una potencia que aspira a pelear por el título.
El arranque de Argentina fue brillante, porque mostró decisión para tener el control del marcador y del ritmo del juego. Prigioni (9 asistencias) estuvo muy inteligente para administrar las ofensivas, mientras que Scola, imparable a lo largo de todo el partido, y Delfino se ofrecían como confiables vías de anotación. Pero a esto le agregó una solidez defensiva que no había tenido en los partidos anteriores.
Así pasó a manejar el marcador, sacando una ventaja de entrada de 13-4, ante un joven equipo serbio que acusó el impacto y perdió orden. Pero tras sacar una ventaja máxima de 20-7, se vino una reacción del conjunto europeo que logró nivelar el resultado, para acercarse al 22-20 con el que terminó el primer cuarto.
En el segundo parcial ya el partido se hizo parejo, cualidad que no perdería hasta el final. Los serbios se apoyaron en el desequilibrio que en el uno contra uno provocó Teodosic y en el peso de sus hombres grandes, sobre todo del NBA Krstic (6-10 dobles y 8 rebotes) para nivelar su rendimiento y dificultarles el juego a los argentinos.
Estos aguantaron la presión del rival, aunque sobre el cierre de la primera mitad cometieron algunos errores, permitiendo que los serbios se fueran al descanso al frente por un ajustado 40-39.
Scola siguió gravitando en la pintura para sostener a Argentina, que ya no tenía a Delfino como vía ofensiva, aunque esta vez aparecieron algunos hombres como Leo Gutiérrez, Jasen o Quinteros que ayudaron a sostener el partido, que al cierre del tercer segmento siguió nivelado, aunque con los argentinos corriendo de atrás y los serbios ganando 58-54.
En el último cuarto pareció que Serbia se escaparía, porque Krstic impuso sus centímetros en el trapecio y en la lucha en los tableros (ganaron los europeos 43-32 en rebotes).
Pero Argentina demostró carácter para pelear en desventaja en el marcador, cuando levantaron un 65-56, con algunos tiros a distancia y la infatigable tarea de Scola, para nivelar el partido y empatar en 75, con un triple de Quinteros, a un minuto y medio del final.
A un doble de Krstic le siguieron dos libres de Scola para igualar en 77, pero un triple de Savanovic a 18 segundos del cierre volvió a poner arriba a los serbios.
Falló un libre Leo Gutiérrez, pero no así Rasic (metió 4 seguidos), y llegó a poner a Serbia 82-78.
Tres libres de Quinteros le dieron otra chance a los argentinos, que con el marcador 84-82, obligaron a Quinteros a fallar intencionalmente un libre, a dos segundos del final, buscando un rebote que no se pudo conseguir para igualar.
Más allá de la derrota, lo positivo fue que Argentina levantó su nivel de juego, y apunta ahora a la próxima ronda con confianza en que el regreso de Oberto le permita seguir escalando en el torneo.
Primera-
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Con esta derrota, el equipo argentino terminó segundo en el grupo A, con sede en la ciudad de Kayseri, y se cruzará ante los brasileños, conducidos por el argentino Rubén Magnano, que terminaron terceros de la zona B al vencer a Croacia 92-74.
El clásico sudamericano se jugará en el estadio Abdi Ipekci de Estambul, hacia donde el plantel albiceleste viajará mañana.
En lo que parece una constante, el ala-pivote Luis Scola volvió a entregar una actuación brillante frente a Serbia, con 32 puntos (12-19 dobles y 8-11 libres), 7 rebotes y 9 faltas provocadas. El argentino es el líder anotador del torneo con 29 puntos de promedio.
En el equipo argentino volvió a estar ausente el pivote Fabricio Oberto, quien se recupera de una gastroenteritis. Se espera que el pivote pueda reaparecer el martes próximo en el partido de octavos de final, debido a que tendrá varios días más para recuperarse.
Después de cuatro partidos en los que el equipo funcionó sólo de a ratos, Argentina produjo, aun en la derrota, su mejor actuación en el Mundial, sobre todo porque enfrentó a una potencia que aspira a pelear por el título.
El arranque de Argentina fue brillante, porque mostró decisión para tener el control del marcador y del ritmo del juego. Prigioni (9 asistencias) estuvo muy inteligente para administrar las ofensivas, mientras que Scola, imparable a lo largo de todo el partido, y Delfino se ofrecían como confiables vías de anotación. Pero a esto le agregó una solidez defensiva que no había tenido en los partidos anteriores.
Así pasó a manejar el marcador, sacando una ventaja de entrada de 13-4, ante un joven equipo serbio que acusó el impacto y perdió orden. Pero tras sacar una ventaja máxima de 20-7, se vino una reacción del conjunto europeo que logró nivelar el resultado, para acercarse al 22-20 con el que terminó el primer cuarto.
En el segundo parcial ya el partido se hizo parejo, cualidad que no perdería hasta el final. Los serbios se apoyaron en el desequilibrio que en el uno contra uno provocó Teodosic y en el peso de sus hombres grandes, sobre todo del NBA Krstic (6-10 dobles y 8 rebotes) para nivelar su rendimiento y dificultarles el juego a los argentinos.
Estos aguantaron la presión del rival, aunque sobre el cierre de la primera mitad cometieron algunos errores, permitiendo que los serbios se fueran al descanso al frente por un ajustado 40-39.
Scola siguió gravitando en la pintura para sostener a Argentina, que ya no tenía a Delfino como vía ofensiva, aunque esta vez aparecieron algunos hombres como Leo Gutiérrez, Jasen o Quinteros que ayudaron a sostener el partido, que al cierre del tercer segmento siguió nivelado, aunque con los argentinos corriendo de atrás y los serbios ganando 58-54.
En el último cuarto pareció que Serbia se escaparía, porque Krstic impuso sus centímetros en el trapecio y en la lucha en los tableros (ganaron los europeos 43-32 en rebotes).
Pero Argentina demostró carácter para pelear en desventaja en el marcador, cuando levantaron un 65-56, con algunos tiros a distancia y la infatigable tarea de Scola, para nivelar el partido y empatar en 75, con un triple de Quinteros, a un minuto y medio del final.
A un doble de Krstic le siguieron dos libres de Scola para igualar en 77, pero un triple de Savanovic a 18 segundos del cierre volvió a poner arriba a los serbios.
Falló un libre Leo Gutiérrez, pero no así Rasic (metió 4 seguidos), y llegó a poner a Serbia 82-78.
Tres libres de Quinteros le dieron otra chance a los argentinos, que con el marcador 84-82, obligaron a Quinteros a fallar intencionalmente un libre, a dos segundos del final, buscando un rebote que no se pudo conseguir para igualar.
Más allá de la derrota, lo positivo fue que Argentina levantó su nivel de juego, y apunta ahora a la próxima ronda con confianza en que el regreso de Oberto le permita seguir escalando en el torneo.
Primera-
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