El 24 de septiembre de 1983, Diego sufría la peor lesión de su vida tras una dura entrada del vasco Goikoetxea. Ayer, con la misma camiseta Lio se salvó de una fractura por milagro
Lionel Messi sumó un capítulo más en la larga lista de coincidencias que comparte con Diego Armando Maradona, aunque en este caso con un final mucho más feliz.
Dos meses después de no poder levantar la Copa del Mundo en Sudáfrica, contrario a lo que se había pronosticado precisamente por esos puntos en común que unen las carreras de los dos mejores futbolistas argentinos de la historia, "La Pulga" fue bruscamente agredido por el checo Thomas Ujfalusi en el partido entre el Barcelona y Atlético de Madrid, en el Vicente Calderón.
La distensión del ligamento interno y externo del tobillo derecho le demandará al rosarino unos 15 días de recuperación, aunque en un principio las imágenes de la televisión y los gestos de dolor de "La Pulga" (23 años) habían hecho temer lo peor.
Veintisiete años atrás, y a un mes de cumplir los 23, Maradona tuvo peor suerte, porque en su camino se cruzó Andoni Goikoetxea, jugador del Athletic de Bilbao, quien le entró duramente y le produjo la fractura del maléolo externo y del ligamento del tobillo derecho.
En su caso, la recuperación demoró un tiempo mayor, aunque mucho menor al estipulado: Diego burló los seis meses que le diagnosticaron y regresó a las canchas tres meses y medio después.
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