El que golpeó primero fue el español, que consiguió quebrar en el primer game del encuentro. Djokovic se repuso rápido, y en el cuarto punto recuperó el servicio perdido. Pero en el punto siguiente, uno de los mejores del primer set, Nadal volvió a quebrar, y se puso 3 a 2 arriba.
A partir de allí, el número 1 del mundo pudo sostener el nivel y se llevó el primer juego por 6-4.
Es la tercera vez consecutiva que el último Grand Slam de la temporada se iba a cerrar un lunes...¿y la primera que termina un martes? Las precipitaciones ya habían obligado a posponer el partido el domingo. Rafa se impuso en el primer set por 6-4; en el segundo iban 4-4 y hasta ahora, en stand by.
Apenas terminó de pulverizar el sueño de la final soñada, eliminando a Roger Federer, Novak Djokovic dejó en claro que necesitaba descanso: “No conozco los rituales para convocar la lluvia, pero un día de descanso extra sería grandioso, sí".
Bueno, parece que el cielo estuvo del lado del serbio. La lluvia aguó al final en Flushing y recién hoy, Nadal y Novak salieron a jugarse la chance de ganar el US Open.
El serbio había tomado casi cuatro horas para eliminar a Roger, mientras que Rafa, solo en dos, se sacó de encima a Mikael Youhzny.
No es la primera vez que la final es aplazada en Flushing Meadows. Ya pasó en 2008, cuando el Huracán Hannah provocó un caos y, en un gran recuerdo para todos nosotros, en 2009 Juan Martín Del Potro y Roger Federer también jugaron la final un lunes, gracias al aguacero.
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